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3/03/2012

En la memoria

¿Quién podrá entender la vida,
después de rosar la frente
contra el suelo de mis noches
y los días?
¿Quién, en su único desvelo,
iniciará un diálogo o una opinión
venida del cielo en los atrios
del dolor y la alegría? 
¿Quién?
Estando ausente conservo la vida,
y alejo la muerte con una coraza
atada a mi suerte y al amor...
Y si hablo del dolor, en un instante
en que nada me alegra o desespera,
llega a mí el perfecto donante,
el eco vivaz de la nostalgia de fina
dulzura.
El viento abre un trecho de ternura
en lo perpetuo, y no hay vanidad
ni revestimiento, ni orgullo, ni piel
que me aleje tu ser de la memoria.



© Copyright/USA
Prohibida la Reproducción total o parcial,
por cualquier medio, sin la autorización de la autora.

ISBN 1-933439-04-4

4 comentarios:

  1. Tus palabras son lindas, Maria, tan linda como tu que te conozco y pienso eres mi luz en la lejania.
    Un beso, hermana.

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  2. Como siempre tus palabras son ternura, amargura y esperanza.Espero que el viento abra el trecho de ternura y el viento te devuelva la ternura.

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  3. Que hermoso, tus poemas son tan bonitos !!!!!

    Te felicito. Un abrazo. Laura.

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  4. "El viento abre un trecho de ternura
    en lo perpetuo...."

    El viento es cómplice de la memoria.
    Nos trae en ramalazos ternuras, nostalgias, presencias, ausencias, risas y lágrimas.
    Un abrazo.

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