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2/05/2011

Desperté de imaginarte


Desde
que amanecí 
he perdido
el camino;
el atropellado
rastro
se escurrió
en el tiempo
-enojado-
se retiró
del sol,
de la raíz 
seca
y el viento.
Desperté
de imaginarte
en el jardín,
presa
del efluvio
y la voz,
de la página
 apresada 
en tus dedos;
de desandar
los días
y aliviarlos
de tantas
idas sin rumbo
en el campo
seco
de la muerte.

Simple paleta del aire


Todo se ve más amplio,
más claro y con los ojos
del amor ya nada es turbio,
ni azaroso, ni ocasional
ni siniestro.

Todo se ve más sereno,
la quietud se manifiesta
en los labios, en el sutil
mensaje del cuerpo;
desde temblor azulado
de los verso hasta la voz
inquieta del viento…

Todo se ve más vivaz,
los colores más tiernos,
menos elegidos –simples
paleta de los aires–
como las hondas llagas
de andar sacrificadas.

El sonido de la lluvia


La hierba nunca podrá ser
perfecta como el silencio;
como la brisa que calla
y no conversa de tiempos
alegres de verdor y voz…
Siento el impasible sonido
de la lluvia hacer espuma
en mi alma y rosa de agua
en mi pecho; queriendo
ser aire, poema y paz
bajo la magnificencia
fugaz de la hierba.

1/30/2011

Amarnos siempre

No, no podré pasar nunca
por el puente del dolor y revivir
la pena y tocar la espina 
que pincha aún mi memoria…
Y como un poema, a la deriva,
saco el pañuelo y lo exprimo,
lo seco entre mis dedos
lo ordeño hasta sacar la hiel
del desespero cubrir mi rostro.
Y es que tengo el pesar tallado
en mi almade estar sin ti—;
sin pretender ser nadie,
ni siquiera un aire o un estallo
de luz en tu semblante ahora
que la niebla es mucha...
Mas sé que me llamas, me ves
y de lejos me respondes
y me piensas –desde la niebla–
desde el mar que se acoge
y se arrodilla frente a nosotros
y nos habla de la eternidad
y la dicha de pensarnos  
y amarnos siempre.