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9/10/2011

El silencio

El día que el silencio
rompa su voz,
será un día de gala
y contento.
La puerta se abrirá
a la par del viento,
y no se ocultará
la palabra, ni la voz
irrumpirá taciturna
como la he sentido
irse fugaz y sorda
en otro tiempo.
Queda el sabor
amargo en la boca,
la sensación
de pérdida viene
abrazarme, la triste
secuela del olvido
gustará de mi noche
y no habrá el tierno
gesto dentro de mí
al escucharle.

Mas, si de pronto,
la brisa invadiera
mi fecundo y fiel
pensamiento,
o saliera, entonces,
a buscar mi aliento
considerablemente
conmovido
de venir el lenguaje
a vestir mis árboles
de multicolor
sarmientos; y ya no
importará la lluvia,
ni la renonancia muda 
del silencio golpeará  
mi frente...

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ISBN 1-933439-04-4