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5/21/2011

De pan y gloria



Llevo la sangre del ocaso inscrita
en mis brazos, y el bulto del pesar
temblando junto a un barranco.

Traigo rayos de luz ligados a la patria,
como si fuesen jirones de mi ser
iluminando un faro de mar y plata.

Llevo los diluvios de silencio lijando
mi sendero alado; el frío del rocío
refresca –quizás– viejas palabras.

Tengo conmigo un manojo de orugas
entretejidas a mi espalda: un eco,
un verso sumergido al valle de la vida
y la memoria.

Traigo la vida a cuestas, todo lo mío
lo veo desde el río profundo
y mi equipaje; y no traslado nada
dentro de mi busto o mi talle...

Las horas me alzan, me llevan de lado
a lado, me sacuden, me estremecen
como las estaciones de pan y gloria,
portadoras de olvidos aniñados
a mi piel de mujer cobarde.

Traigo conmigo una brújula, guiada
por las horas, un creyón marcado
de sol, la herencia del desvelo
pegada al credo y al amor dentro
de mí, junto a mi alma
como un suspiro en la sombra.


© Derechos Reservados/USA
Prohibida la Reproducción total o parcial,
por cualquier medio sin la autorización del autora.

5/15/2011

Paz sobre la tierra



Canto a la desnudez
del universo: amargo
grito salido del escote
de la tierra y del verso
de raíces amplias.

Melodía plena,
como las islas llenas
de luz, enmarcadas
de oro: lecho feliz
de los hombres,
eco sonoro de poema
honrado: antología
mundial de libertad
bajo palabra.

Himno sobre los suelos
de fértil cadencia:
ritmo ilustre echando
abajo las guerras…

Salmo ungido, pronta
es su asombrosa virtud
-libre de sombras-:
abierto al amor del ser
y la misericordia.

Balada internacional
avivando el clamor
de los justos, canción
oculta afinando un coro
entre nosotros…

Copla de justicia
iluminando un corazón
indefenso; oda de eco
sobre el mar callado; luz
de naciones que acaba
por izar banderas en pos
de la verdadera paz
del universo.


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