he puesto flores
en tu tumba,
novecientas veces
en vez de llorar sonrío.
Reverencias vagas
sobre tu sepultura,
secuestros del corazón
expuestos al consumo
del aire.
Novecientas veces
he tirado al viento
las palabras,
y ese vano intento
me he valido.
Novecientas veces
Novecientas veces
sueño contigo
y novecientas veces
me arrepiento.
y novecientas veces
me arrepiento.
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