No sabría decirte si temprano
salen a vagabundear las almas
o si de pronto rosan la punta
del olvido; mis prendas vuelven
a ser trapos e hilos cuando veo
la inmensidad irse de mí
Tú revives mi vida, tú siembras
Tú revives mi vida, tú siembras
el germen de las piedras,
de la frescura aumentas la vid
que cae, desprevenidamente,
sobre el borde del nacimiento
y duermo en tus alas.
No sabría decirte si de sombra
se enciende una vela o se oyen
los cantos, de terrible renuncia,
viendo cómo germinan de ti
los ríos, y revientan los versos
inspirados de ausencia; de tus
labios en los míos la sed eterna
del silencio.
labios en los míos la sed eterna
del silencio.
No, no sabría qué expresarte
en esta equivocación del aire
consagrada a quererte, amor,
remota de mí, distante, lejana
como las lluvias de invierno.
© Copyright/USA
Prohibida la Reproducción total o parcial,
por cualquier medio, sin la autorización de la autora.
Prohibida la Reproducción total o parcial,
por cualquier medio, sin la autorización de la autora.
ISBN 1-933439-04-4