Te llevo como algo
grabado en el aire
o en el mar,
algo invisible, mudo,
tal como si fuese
un verso sin patria,
o una isla arrancada
de lo oscuro, árida,
olvidada y sin luz,
penetrando el eco
de la nada y de todo.
Te llevo como
un toldo, o un tapiz
techándome el alma,
como un girasol
vistiéndome de azul
y topacio las venas
y la calma.
Ahora, en tu mudez,
has pasado por alto
mi voz y mi llanto:
una combinación
de letras y suspiro,
de canción y timidez
en el silencio.
en el silencio.
¿Y quién soy yo
sino una plebeya?
o una auténtica idiota
cruzando el mar
ennegrecido,
dando de comer pan
a las gaviotas,
para no importunar
tu dicha y la estrella
que te abraza día
tras día y te acaricia,
como yo hubiese
querido acariciarte
y amarte siempre.
¡Qué infelicidad
la mía desear verte
y no encontrarte!
© Derechos Reservados/USA
Prohibida la Reproducción total o parcial,
por cualquier medio, sin la autorización de la autora.
Prohibida la Reproducción total o parcial,
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ISBN 1-933439-04-4
Nostalgia con dolor, muy profundo. Un abrazo
ResponderEliminarLa amargura de la añoranza que dolorosa y que dulce a la vez....
ResponderEliminarMaria del Mar...En nuestro recuerdo siempre Laura Pollán, la gran dama Blanca....Saludos.
Como siempre emotivo y hermoso.
ResponderEliminarBesos.
el temblor y el dolor de la ausencia. Muy bello. Gracias.
ResponderEliminarsaludos blogueros
Poema muy profundo, bello juego de palabras
ResponderEliminarFeliz día
Te dejo un abrazo
Un poema triste y nostálgico, bellamente formado.
ResponderEliminarTe deseo que la paz, luz y amor te acompañen siempre.
Muchos abrazos
Leonor