Llevo la sangre del ocaso inscrita
en mis brazos, y el bulto del pesar
temblando junto a un barranco.
Traigo rayos de luz ligados a la patria,
como si fuesen jirones de mi ser
iluminando un faro de mar y plata.
Llevo los diluvios de silencio lijando
mi sendero alado; el frío del rocío
refresca –quizás– viejas palabras.
Tengo conmigo un manojo de orugas
entretejidas a mi espalda: un eco,
un verso sumergido al valle de la vida
entretejidas a mi espalda: un eco,
un verso sumergido al valle de la vida
y la memoria.
Traigo la vida a cuestas, todo lo mío
lo veo desde el río profundo
y mi equipaje; y no traslado nada
lo veo desde el río profundo
y mi equipaje; y no traslado nada
dentro de mi busto o mi talle...
Las horas me alzan, me llevan de lado
a lado, me sacuden, me estremecen
como las estaciones de pan y gloria,
portadoras de olvidos aniñados
a mi piel de mujer cobarde.
a mi piel de mujer cobarde.
Traigo conmigo una brújula, guiada
por las horas, un creyón marcado
de sol, la herencia del desvelo
pegada al credo y al amor dentro
de mí, junto a mi alma
como un suspiro en la sombra.
pegada al credo y al amor dentro
de mí, junto a mi alma
como un suspiro en la sombra.
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Prohibida la Reproducción total o parcial,
por cualquier medio sin la autorización del autora.
por cualquier medio sin la autorización del autora.
A pesar de lo triste de este poema..hay una fuerte ilusión que también llevas..llevas una brújula ..ese verso dice tanto..hace imaginar tanto..cual es tu rumbo poeta..
ResponderEliminarMagníficos versos llenos de dolor..y pérdidas de identificación...pero también tus pasos van seguros a reencontrarte con tus raíces.
Un abrazo desde el sur
Hola amig@, gracias por visitar mi casa virtual, eres bienvenida. Te cuento que traigo conmigo un abrazo lleno de cariño y mucho amor, que tal vez disipe un poco del dolor de tu poema.
ResponderEliminarCariños desde Argentina.
He querido tomar una estrofa, no he podido, me quedo prendida en la nostalgia de tus letras, bañada de un mar de plata y el Faro del Morro iluminando mi exilio.
ResponderEliminarSi te digo que lloro, lo creerías, compatriota?
He querido tomar como referencia una de tus estrofas y no he podido, todas son bellas.
ResponderEliminarMe quedo prendida en la nostalgia infinita de tus letras entre las luces del Morro, mar y platas, y esta mirada mía de exilio.
Si te digo que lloro, compatriota...
¿Me creerías?
ESE EQUIPAJE QUE LLEVAS EN TI, SABIDURÍA, APRENDIZAJE, QUE TE HACE SER EN TUS VERSOS GUÍA PARA LOS QUE TE SEGUIMOS. ERES UN JUNCO QUE CON LA TORMENTA SE DOBLEGA, PERO NO SE ROMPE. ERES GENIAL EN TU PERSONAL VERSAR.
ResponderEliminarENHORABUENA, SOY TU FAN!!!
UN ABRAZO.
mara
Tu poema es un regalo para esta tranquila y soleada mañana de domingo.
ResponderEliminarUn abrazo de Marpín y La Rana
Traes la nostalgia hecha verso y tu clamor tañe en el horizonte y lo desliza por entre las hojas...
ResponderEliminarUn beso, felicito tu poesía, me quedo.
Encantada de conocerte,encontrarme con tus poemas ha sido un placer
ResponderEliminarUn Abrazo
Querida María del Mar: ...diluvios de silencio lijando mi sendero alado"...Es bello el poema, es triste el poema, y, de todas, ese verse me subyuga. Me gusta el contenido de tu blog.
ResponderEliminarMil estrellas de esperanza y alegría
Sherezade
Hermoso blog. Maravilloso poema. Te sigo! Besos***
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