Imagen de la Internet |
Mi corazón
de helecho
no perece
en la sequía,
no expira
de mañana
ni se apaga
en la noche
fría.
Mi corazón
no se turba
ni se desluce
por nada;
aunque la lluvia
ahogue
mi huerto
y mi tonada.
Nunca
se secará
mi alma,
ni desaguará
tampoco
mi risa;
saetas largas
clavarán
mi voz,
me abrirán
la piel
y me cubrirán
las briznas;
mas nunca,
nunca morirá
mi tierra bajo
el golpe tenaz
de la vida.
© Derecho de Autor María del Mar - 2009
Llego y disfruto tus versos Maria del Mar, son extrmadamente bellos
ResponderEliminarUn abrazo
Stella